Si el tiempo y año en que se apareció esta Soberana Imagen de María queda, por falta de noticias, tan incierto como vemos, y no habiendo tampoco llegado hasta mí las que conducen al modo de la aparición, es lógico que no tenga en todo lo que diga la firmeza que me gustaría. Sin embargo la constante e uniforme tradición sobre un hecho, por antiguo que este sea, basta para darle crédito y puede dársele a lo que sobre todo esto diga por estar confirmado por la voz común, que por tradición de padres a hijos, se conserva entre los circunvecinos de esta Santa Ermita.
En el Reino de Toledo, en la provincia que antiguamente se llamaba Carpetania, al comienzo de lo que ahora es la Alcarria – nombre morisco que significa casa de labranza o Alquería como dicen en otros lugares – en un lugar inculto y montañoso, poblado por variedad de plantas silvestres de fruto o infructíferas y poco distante del río Tajuña, entre dos villas de su ribera, llamadas Ambite y Orusco y en el término de esta, andaban cazando dos caballeros de la Orden de Santiago. Aunque salieron juntos de sus casas para divertirse, alguna discrepancia durante la conversación separó esta unión y pasaron de la diferencia de opinión al enfrentamiento, se acaloraron y lo que empezó con ligeras palabras pudo acabar en actos sangrientos. Estaban riñendo o a punto de reñir al pie de una higuera, deseando cada uno quitar la vida a su competidor, cuando ¡Oh, raro prodigio! Oyendo una voz alzó la vista uno de ellos y vio entre las ramas de la higuera a la Áurea Divina, con más razón Diosa de la paz que la que tuvo la gentilidad para dar este título en aquella proclamada deidad. Vio la Sagrada Paloma que con la más fértil oliva aseguraba la paz. Vio digo esta Imagen Soberana de MARÍA con su precioso Hijo en los brazos, que templando su enojo, cambio lo sangriento de su ira en quieta y pacífica mansedumbre. No por cobarde ni poco diestro con las armas, sino absorto y embelesado con tan Celestial visión, se le cayó la que empuñaba su diestra. Reparando su contrario, en lo que parecía más ventura propia que desaliento de su enemigo y no queriendo – como noble – reñir con ventaja, al darle tiempo para que recuperase el acero o arco, fue informado de la circunstancia de su suspensión y confirmando con la vista lo que sabía por el oído. Tuvo a tan soberano prodigio por excusa precisa para que no fuese a más el desafío, gritando, Bella escusa para no reñir de donde tomó y ha conservado siempre esta Imagen el nombre de Bella escusa, que uniendo las dos palabras comúnmente decimos Bellaescusa. Con esto quedó establecida entre los dos la paz, que firmada con recíprocos abrazos, y suplicaron rendidos ante la recién aparecida Señora se sirviese confirmarla.
Esto es en suma lo que de la aparición de esta Santa Imagen se dice por esta tierra, por voz común y tradición asentada. Y esto es lo que da a entender un grande y hermoso cuadro que en la Capilla Mayor de la Ermita sirve, más que de pintura que la adorne, de lengua que lo publique. Hace años lo redujo a la brevedad de un dístico la docta pluma de un Venerable Eclesiástico, singular devoto de esta Soberana Señora.
Siéndolo tanto que apenas pasaba semana que no viniese desde Mondejar, donde vivía, a consolarse con su presencia, pasando en este lugar largas temporadas del año; para cuyo título, más que por conveniencia, edificó un Colmenar con su casa cerca de la Ermita. Allí le llega al final la enfermedad de la que murió, cargado no menos de méritos que de años, como aseguran quienes le conocieron. Dejando en herencia a un hermano suyo seglar, con el Colmenar el fervoroso celo, con lo que aumentó la devoción que ya tenía a esta Señora, junto con la circunstancia de darle aquí también la última enfermedad. La devoción que tengo a la Virgen, al ejemplo de los dos la debo. También me vengo aquí las temporadas que mi Religión me permite, no me extrañaría ni me haría infeliz imitarles hasta en lo último. Los versos, que estuvieron muchos años fijos en una de las paredes de la Ermita y que cuando se reconstruyó desaparecieron, en la gran confusión, con otros muchos papeles latinos, dicen:
Dicitur alma Parens ficus sub fronde reperta.
Aspectu cuius pax ibi firma manet.
Y si se considera que en atención a la lejanía de los hechos relatados es inverosímil lo que decimos de la aparición de esta Santa Imagen, antes bien se confirman por ser Caballeros de Santiago a quienes se apareció, aunque no consten sus nombres y orígenes - que de esto poco suele conservarse en las tradiciones - y se hace creíble sabiendo que ya estaba fundada esta Noble Caballería por los años de 1030. Y desde Ucles, donde tienen su Convento, hasta estos parajes no es tanta la distancia como para pensar que no pudieran llegar hasta aquí para entretener, con el honesto ejercicio de la caza, los ocios de la guerra, fin de esta Institución. Y más cuando abunda en liebres, conejos y perdices, habiéndose también visto entre sus espesuras caza mayor, como son venados, jabalís y otros. Menos hay que extrañarse del accidente, pues es natural que enfrentándose las opiniones y pasando a palabras mayores, intentase la cólera dirimir con las armas, lo que no se lograba hablando. Cuantas veces de una pequeña chispa nació un gran incendio.
Tenía Dios en el infinito archivo de sus decretos, formado desde su eternidad, el de manifestar en aquellos tiempos al mundo este rico tesoro escondido en este campo Sagrado. Esta preciosa Margarita que excede al premio más excelso. Esta red divina, que tendida en el Océano de este mundo, recoge a los pecadores que son sus peces. Este inanimado cielo, esta Imagen Soberana no menos retrato propio del cielo que animado de María, que Tesoro, Margarita y red del Reino de los Cielos. Y dispuso su Majestad, fuese el momento de que ciertos Caballeros venían, para que excusando su pendencia, cesase el desafío y dando con la voz Bella-excusa, que uno pronunció, renombre glorioso a la Imagen. Y así viese esta tierra en ella el arco iris que firmase y estableciese en sus devotos la paz segura del alma. Y al parecer se confirma, haber sido esta aparición milagrosa, con ocasión de reñir estos Caballeros, origen del título de Bellaescusa, que tuvo de ella y siempre se ha conservado. Pues siendo lo más habitual tomar las Imágenes aparecidas en árboles - que son muchas - los títulos derivados de los mismos árboles en que se aparecieron: Como la de Tejeda, de mi Religión, de un tejo en que se apareció; la de Salceda, de un sauce; la del Madroñal, de un madroño; la de Oliva, de un olivo. Habiéndose esta Santa Imagen aparecido en una higuera, como hemos dicho, sería natural que hubiese tomado por ello él título de Nuestra Señora de la Higuera. No permitió Dios que se apellidase así, sino de Bellaescusa, para que el mismo apellido de la Imagen fuese confirmación del suceso.
Finalmente, que se apareciese esta Santa Imagen en la higuera es lo más constante de la tradición, por que lo está proclamando ella misma, pues además de que siempre a estado colocado el trono viejo, y el nuevo, de la Imagen sobre su tronco, la lozanía y verdor con que se conserva (... la higuera) ya en hojas, ya en frutos, siendo sus muy sabrosos higos milagro de la medicina para todas las enfermedades, como se dirá más adelante, y esto teniendo las raíces entre los cimientos de la Ermita, y lo grueso de los troncos embutidos entre las paredes de la fábrica, desde que lo es, que hace por lo menos quinientos años, claramente denota que es algo más que natural su conservación, siendo esto por que Dios, que dispuso se apareciese en ella la Imagen de su Madre, quisiese conservarla en sus verdores y lozanía con la virtud medicinal de su fruto, como testigo de mayor excepción, con lo que no solo queda la verdad de lo que hemos dicho de la aparición de esta Santa Imagen de Bellaescusa establecida con la fe de la tradición, sino afianzada con la eficacia de las razones, con que le hemos confirmado, que quitan toda sospecha.
DE LA ERMITA DE NUESTRA SEÑORA DE BELLAESCUSA, ADORNO, Y HERMOSURA DE LA IMAGEN.
Nunca ha aparecido una Imagen, sin que después tenga luego un Templo en el que se venere. Y si al principio, o por la pobreza de los tiempos o al no estar extendida la devoción, fue de construcción humilde, pobre el adorno y casi ninguno el aseo, al aumentar después, por una parte los caudales y por otra el fervor de los Fieles, se han ido mejorando en todo. De esta verdad son testigos las Imágenes aparecidas que conocemos y lo mismo sucede en la nuestra de Bellaescusa.
Es muy natural que aquellos Caballeros, agradecidos por tan singular beneficio como es el de habérseles aparecido esta Santa Imagen, tratasen luego de edificarle un Templo o Ermita en que fuese colocada y venerada.
Bernardo Fraile, el capellán de la Ermita nos describe en su obra las renovaciones “... a lo moderno…” que se emprende entonces. Multitud de donaciones, entre las que hay que mencionar las del propio Señor de Orusco, D. Eugenio de la Vega. Harán posible la eclosión de este, entonces, famoso santuario.
La antigua Ermita medieval, que ya había sido convertida en Capilla Mayor dentro de un templo mucho más capaz.
Las paredes de la ermita estaban adornadas con pinturas murales.
Consigue, en suma, este Santuario de Bellaescusa, en el citado siglo XVII, el máximo de su expansión, constructiva, artística y económica, aumentando sin duda el número de sus fieles y peregrinos.
Durante casi toda la Edad Moderna es aneja la Ermita de Bellaescusa al curato de Ambite. El 10 de septiembre de 1732, el Arzobispo de Toledo, Diego de Astorga y Céspedes, primer Prefecto Perpetuo de la Congregación del Salvador del Mundo, de Madrid, y fundador de su seminario, agregó la Ermita y todas sus propiedades y rentas a esta Congregación.
Todavía a finales del siglo XVIII, dice el cura de Orusco, respecto a Bellaescusa, que es “… un célebre santuario…”.
Pero el proceso de desamortización eclesiástica emprendido en el siglo XIX, uno de los mayores desastres para el patrimonio artístico español, acabará con esa secular celebridad de nuestra Ermita. Despojada ésta de los bienes que la sustentaban, es sometida a un declive vertiginoso que termina en ruina casi absoluta.
En 1961, se reedificara un modestísimo Templo, sombra de lo que fue Bellaescusa, con más buena voluntad que acierto en su hechura y conservación de resto.
Veamos por último cómo era la Imagen de la Virgen de Bellaescusa, posiblemente la misma que perduró hasta la terrible guerra civil de 1936-39; terrible para los hombres; terrible para su patrimonio histórico-artístico. Nos la describe admirablemente nuestro citadísimo capellán que, asegura, es la misma Imagen que, tomando vida, se apareció a los cazadores, se trata de una talla de madera “…sin duda preciosa, pues goza de virtud de incorruptible…”, de color blanco amarillento, que conservaba en el XVII restos de policromía azulada.
Era de pequeño tamaño “… solo tiene como una tercia de alto…” y estaba elevada sobre una peana de 7 u 8 cm. de altura, “su rostro es muy grave y majestuoso…bien dispuesto y proporcionado… los ojos, como en una misteriosa elevación, pero tan agradables y graciosos…”. Llevaba a su Hijo sobre el brazo izquierdo y, con la mano derecha, le ofrecía una manzana. El Niño mostraba un rostro muy alegre, mirando con atención a su Madre.
Todas estas características nos ofrecen la descripción de una imagen gótica que muy bien puede corresponder a la época, de mediados del siglo XIV.
HISTORIA
A continuación asistamos a uno de los hechos más singulares de la historia medieval orusqueña, el asentamiento en nuestro término de un número indeterminado de ermitaños que acabarán años después, cambiando su vida solitaria por una comunidad, por ellos fundada, Orden de San Jerónimo.
Tenían ya estos eremitas de mediados del XIV la decisión de imitar la vida y conducta de aquel Santo del siglo IV servidor del Papa Dámaso. Entre ellos había un buen número de italianos, pero también castellanos, portugueses….
Tres ilustres de la Corte, D. Fernando Yánez de Figueroa (canónigo de Toledo y capellán, mayor de los reyes), D. Alfonso Fernández Pecha (Obispo de Jaén) y D. Pedro Fernández Pecha su hermano mayor (camarero de los reyes), se retiraron a esta ermita huyendo de los engaños del siglo para hacer vida solitaria. La conquista del Cielo era su meta entre la arboleda y los contrastes bruscos del colorido, como el verde del campo, los ocres y cenicientos. Aquí, en compañía de otros solitarios que pocos años antes pasaron de Italia a nuestras provincias, se instalaron durante un largo período de 20 años tratando de renovar su vida, habitando en celdas que labraron en las montañas. Estos montes fueron testigos de sus ayunos, de sus vigilias y de sus penitencias.
La Ermita era el lugar donde se juntaban a cantar las alabanzas a Dios, a celebrar sus sacrificios y a tener colaciones espirituales sobre el adelantamiento de las virtudes. Sus votos eran consagrados a la Santísima Imagen de Ntra. Sra. de Bellaescusa, a quien dirigían sus oraciones con las esperanzas a recibir su patrocinio.
La devoción, lo áspero y escondido del terreno trajo a este sitio a los ermitaños, aunque muchos años más tarde, tras conseguir una espiritual soledad, se trasladaron a la Ermita de San Bartolomé, cerca de Lúpiana. Transcurrido el tiempo, el trío se dispersó. D. Pedro Fernández logró ser el Prior del Monasterio de San Bartolomé de Lúpiana. Su hermano se traslado a Roma donde fue el confesor de Santa Brígida. Y el tercero, Yánez, fue segundo Prior de la Orden que fundaron y también del Monasterio.
Todos estos datos nos la daba, especialmente, una tabla que se guardaba en la Iglesia parroquial de Orusco (primero estuvo en la ermita), y que debió desaparecer durante la última guerra civil. Y que hace relativamente poco se ha hecho una replica de ella y ahora podemos ver aquí.
El contenido de la tabla, escrita en 1732 por la Congregación del mundo, de Madrid.
Decía así:
Por los años del Señor de 1350, Governando la Chátedra de San Pedro el Summo Pontífice Clemente VI, Reinando en Castilla Don Pedro, llamado el Cruel, hijo del Rey Don Alfonso el XI, y siendo Arzobispo de Toledo el Gran Cardenal de España Don Gil Carrillo de Albornoz, de inmortal memoria: se retiraron a esta, Hermita, huyendo de los engaños del siglo, a hacer vida solitaria, Don Fernando Yáñez de Figueroa, Canónigo de Toledo y Capellán Mayor de los Reyes; Don Alonso Fernández Pecha, Obispo de Jaén y Don Pedro Fernández Pecha, su hermano mayor, Camarero de los dos referidos Reyes, haviendo antes renunciado todos tres sus dignidades y empleos y con ellos todas las esperanzas que les prometía el Mundo, por aplicarse a la conquista del cielo.
Aquí, en compañía de otros solitarios que pocos años antes se havian pasado de Italia a nuestras Provincias, con el mismo espíritu vivieron todos por espacio de 20 años, repartidos en varias celdas que labraron en estas Montañas, renovando con su vida los exemplos de los antiguos Anachoretas de la Thebayda, de Egipto y Palestina. Estos mismos montes fueron testigos de sus ayunos, de sus vigilias, y de sus penitencias; esta tierra recibió sus lágrimas, esta Hermita era el sitio donde se juntaban a cantar las alabanzas de Dios, a celebrar sus Sacrificios, y a tener collaciones Espirituales sobre el adelantamiento de las virtudes, esta Santíssima Imagen de Nuestra Señora de Bella-Excusa, era a quien consagraba sus votos, dirigía sus fervientes Oraciones y lanzaba suspiros abrasados en amor de Dios para lograr su patrocinio.
Es fama y tradición constante en estos Países haberse aparecido poco después de la Restauración de España a dos Cavalleros del Orden de Santiago que andaban a Caza por este monte en la Higuera misma que oy se conserva debajo del Trono de Nuestra Señora y sale a la Escalera que baja de la Sacristía a la Capilla subterránea del Santo Sepulcro; y su devoción y lo áspero y escondido del terreno trajo a este sitio a los Santos Hermitaños.
Los quales después de haverse proporcionado en esta Soledad con un gran caudal de virtudes para la obra a que Dios les llamaba, se pasaron a la Hermita de San Bartolomé, cerca de Lupiana en el año 1370 y bolvieron solicitando la fundación de su Orden en España, para lo cual pasó a Aviñón D. Pedro Fernández Pecha, que desde entonces se llamó Fr. Pedro de Guadalaxara y logró la aprobación de la referida Orden debajo de la Regla de San Agustín, del Papa Gregorio XI, por su Bula de 15 de octubre de 1373, en cuya virtud fue nombrado dicho Fr. Pedro de Guadalaxara por primer prior del Monasterio que fundó de San Bartolomé de Lupiana, primitiva Casa de esta Orden y después de ver fundadas en su vida otras diez, lleno de virtudes y merecimiento murió en la de Guadalupe el año de 1402, a los 75 de su hedad. Su hermano Don Alonso de Pecha pasó a Roma, donde fue Confesor de Santa Brígida, la acompañó en el viaje de Jerusalén y bolvieron a Roma, murió en ella con fama de Santidad. Fr. Fernando Yáñez fue su segundo prior de la Orden y del Monasterio de Lupiana y murió en el de Guadalupe el año 1412, a los 80 de su edad.
Este Santuario que fue el Taller donde se labraron estos tres Grandes Espíritus se mantubo cerca de 400 años debajo de la Jurisdicción Ordinaria, Anexo al Curato de Ambite. Y en el año de 1732 El Emmo. Sr. D. Diego de Astorga y Céspedes, Cardenal y Arzobispo de Toledo, primer Prefecto perpetuo de la Congregación del Salvador del Mundo de Madrid y fundador de su Seminario, se sirvió agregar la Hermita y todos su bienes y rentas a la referida Congregación, para los fines que se expresan en su despacho de agregación de 10 de Septiembre del mismo año. Y en 22 del dicho mes se tomó pacíficamente posesión por la Congregación con asistencia de los Sres. Alcaldes y Justicias de ambos Estados de las villas de Ambite y Orusco.
Y la mencionada Congregación mandó poner esta Tabla para noticia de la Antigüedad y Veneración de este Santuario, para consuelo de sus devotos y a mayor gloria de Dios Nuestro Señor y de María Santísima Señora Nuestra en su Imagen de Bella-Excusa.
A finales del siglo XVII el capellán de la ermita escribe un pequeño libro en el que glosa la historia y las virtudes de este santuario, Varios son los datos que nos da este libro sobre la ermita, la importancia de esta joya bibliográfica para el pasado orusqueño.
Un total de Veintiún milagros narra Bernardo Fraile en su libro.
REORGANIZACIÓN DE LA HERMANDAD
La Hermandad había sido fundada con este mismo título y en esta Parroquia hace muchos años llegando a contar en el año 1936 con más de cien Hermanos y Hermanas. En dicha fecha desaparecieron el libro de actas y reglamentos hubieron de entregar los fondos que ascendían a muy cerca de mil pesetas, siendo también pasto de las llamas la diminuta y Veneradísima Imagen de la Virgen, el 25 de Julio del citado año, con todas las demás Imágenes de la Iglesia. En el año 1939 se reunieron algunos Hermanos y nombraron Presidente a Valentín Roldán, se recuperó y arregló el Cetro de la Hermandad (el actual plateado) solícitamente conservado por el Hermano Celador Gregorio Rebollo, hicieron su propaganda, celebraron la Fiesta del reglamento confesaron en ella y comulgaron los Hermanos asistiendo con el Cetro a la vela del Santísimo en el Jueves Santo. Se reunieron los pocos socios incluso para renovar la Junta. Era preciso no obstante dar forma definitiva a las aspiraciones y deseos de todos los socios, someterse a reglas y orientaciones fijas y acordadas, cuotas de entrada, edad, socorros, etc. Así como sanciones a los infractores. A este fin y después del acuerdo tomado en la reunión del día 22 de Octubre de 1942, para el debido funcionamiento y régimen de la Hermandad que se reorganiza, queda redactado y con sus firmas se comprometen a observar fielmente el reglamento.
En el año de 1940 es traída la nueva Imagen con un templete parecido a una Higuera que fue generosamente regalada por D. Francisco Redondo Redondo. En el año 1947 se la vistió con los primeros mantos y se la puso la Higuera que fue costeada por D. Gabriel Mateo Montes.
El día 22 de Octubre de 1942, varios Hermanos de los que formaban la Hermandad de Ntra. Sra. de Bellaescusa se reunieron en la casa rectoral con el Sr. Cura Párroco y especialmente los que componen la actual Junta directiva, deseando vivamente una verdadera reorganización de su Hermandad para lo que acuerdan que, el Sr. Cura Párroco D. Eduardo Gómez, redacte los estatutos y oportuno reglamento; al efecto, el Sr. Secretario D. Alejandro Moratilla aporta algunas notas y los demás cuanto recuerda del desaparecido libro de estatutos. El Sr. Cura hace ver a los reunidos la importancia y fines especiales de esta asociación ya que tiene por objeto el mayor culto y acentuada devoción a la Santísima Virgen como Patrona de esta Villa bajo el tradicional nombre y advocación de Bellaescusa; les recomienda la mayor unión y entusiasmo en el culto especial de los Hermanos a su Patrona, el más exacto y ejemplar cumplimiento de sus deberes de Cristiano, sin lo cual no podremos agradar a la Reina de los Cielos, por más que en apariencia celebremos las fiestas de la Virgen, exportando a todos también el cumplimiento de los Artículos del reglamento a lo que se obligan ya como Hermanos de Ntra. Sra.
A partir de aquí fue cuando la Hermandad comenzó a resurgir, se restauró la Ermita, con la ayuda de todos los vecinos de Orusco la fiesta de los Hermanos se seguiría Celebrando el segundo domingo del mes de Octubre con Misa y Procesión, el día de anterior Salve cantada y Santo Rosario, siempre se haría acompañada por la música, después de la Procesión y en la puerta de la Iglesia según costumbre, tomará el Cetro de manos del Sr. Cura el Hermano a quién corresponda por orden riguroso de lista general, dejándolo en manos del Sr. Cura el Hermano que lo tuvo el año anterior.
La fiesta de los Hermanos cambiaría de fecha en el año 1963 trasladándose esta al cuarto domingo del mes de Mayo, el cambio de fecha es debido a que la Virgen es llevada después de muchos años a la Ermita donde estaría todos los días del año exceptuando los meses de Mayo y Septiembre.
Tomado de HISTORIA DE NTRA. SRA. DE BELLAESCUSA
“Breve historia de N. Señora de Bellaescusa, y Descripción de su Santo Templo:
que está en el Termino y Jurisdicción de la Villa de Orusco /
Escrita por un devoto y Capellán suyo. Y la saca a luz el Lic. Bernardo Frayle ”,
editado por la Hermandad de Ntra. Sra. de Bellescusa , Orusco 5/2002
La Hermandad había sido fundada con este mismo título y en esta Parroquia hace muchos años llegando a contar en el año 1936 con más de cien Hermanos y Hermanas. En dicha fecha desaparecieron el libro de actas y reglamentos hubieron de entregar los fondos que ascendían a muy cerca de mil pesetas, siendo también pasto de las llamas la diminuta y Veneradísima Imagen de la Virgen, el 25 de Julio del citado año, con todas las demás Imágenes de la Iglesia. En el año 1939 se reunieron algunos Hermanos y nombraron Presidente a Valentín Roldán, se recuperó y arregló el Cetro de la Hermandad (el actual plateado) solícitamente conservado por el Hermano Celador Gregorio Rebollo, hicieron su propaganda, celebraron la Fiesta del reglamento confesaron en ella y comulgaron los Hermanos asistiendo con el Cetro a la vela del Santísimo en el Jueves Santo. Se reunieron los pocos socios incluso para renovar la Junta. Era preciso no obstante dar forma definitiva a las aspiraciones y deseos de todos los socios, someterse a reglas y orientaciones fijas y acordadas, cuotas de entrada, edad, socorros, etc. Así como sanciones a los infractores. A este fin y después del acuerdo tomado en la reunión del día 22 de Octubre de 1942, para el debido funcionamiento y régimen de la Hermandad que se reorganiza, queda redactado y con sus firmas se comprometen a observar fielmente el reglamento.
En el año de 1940 es traída la nueva Imagen con un templete parecido a una Higuera que fue generosamente regalada por D. Francisco Redondo Redondo. En el año 1947 se la vistió con los primeros mantos y se la puso la Higuera que fue costeada por D. Gabriel Mateo Montes.
El día 22 de Octubre de 1942, varios Hermanos de los que formaban la Hermandad de Ntra. Sra. de Bellaescusa se reunieron en la casa rectoral con el Sr. Cura Párroco y especialmente los que componen la actual Junta directiva, deseando vivamente una verdadera reorganización de su Hermandad para lo que acuerdan que, el Sr. Cura Párroco D. Eduardo Gómez, redacte los estatutos y oportuno reglamento; al efecto, el Sr. Secretario D. Alejandro Moratilla aporta algunas notas y los demás cuanto recuerda del desaparecido libro de estatutos. El Sr. Cura hace ver a los reunidos la importancia y fines especiales de esta asociación ya que tiene por objeto el mayor culto y acentuada devoción a la Santísima Virgen como Patrona de esta Villa bajo el tradicional nombre y advocación de Bellaescusa; les recomienda la mayor unión y entusiasmo en el culto especial de los Hermanos a su Patrona, el más exacto y ejemplar cumplimiento de sus deberes de Cristiano, sin lo cual no podremos agradar a la Reina de los Cielos, por más que en apariencia celebremos las fiestas de la Virgen, exportando a todos también el cumplimiento de los Artículos del reglamento a lo que se obligan ya como Hermanos de Ntra. Sra.
A partir de aquí fue cuando la Hermandad comenzó a resurgir, se restauró la Ermita, con la ayuda de todos los vecinos de Orusco la fiesta de los Hermanos se seguiría Celebrando el segundo domingo del mes de Octubre con Misa y Procesión, el día de anterior Salve cantada y Santo Rosario, siempre se haría acompañada por la música, después de la Procesión y en la puerta de la Iglesia según costumbre, tomará el Cetro de manos del Sr. Cura el Hermano a quién corresponda por orden riguroso de lista general, dejándolo en manos del Sr. Cura el Hermano que lo tuvo el año anterior.
La fiesta de los Hermanos cambiaría de fecha en el año 1963 trasladándose esta al cuarto domingo del mes de Mayo, el cambio de fecha es debido a que la Virgen es llevada después de muchos años a la Ermita donde estaría todos los días del año exceptuando los meses de Mayo y Septiembre.
Tomado de HISTORIA DE NTRA. SRA. DE BELLAESCUSA
“Breve historia de N. Señora de Bellaescusa, y Descripción de su Santo Templo:
que está en el Termino y Jurisdicción de la Villa de Orusco /
Escrita por un devoto y Capellán suyo. Y la saca a luz el Lic. Bernardo Frayle ”,
editado por la Hermandad de Ntra. Sra. de Bellescusa , Orusco 5/2002
FIESTAS Y TRADICIONES
Un pueblo desarrolla fórmulas de convivencia muchas de ellas muy arraigadas dado el estrecho vinculo que la sociedad las vive, y una de estas vinculaciones es la religiosa en la que las distintas estaciones van marcando las fiestas y las tradiciones.
Un pueblo desarrolla fórmulas de convivencia muchas de ellas muy arraigadas dado el estrecho vinculo que la sociedad las vive, y una de estas vinculaciones es la religiosa en la que las distintas estaciones van marcando las fiestas y las tradiciones.
EL MAYO
Empezamos en primavera, en el mes de Mayo, donde el día 1 a la medianoche se cantan el Mayo y se bailan las jotas a la Virgen. Anteriormente, este evento se celebraba en la Plaza del Ayuntamiento; hoy se celebra en el recinto del Parque, donde la rondalla y los grupos de baile de Orusco, actúan delante de la Virgen de Bellaescusa.
LA OFRENDA
También es este bonito mes, el mes de las flores, es tradicional la celebración de la ofrenda floral a la Virgen, el último sábado del mes, coincidiendo con la fiesta de la Hermandad de Ntra. Sra. de Bellaescusa.
La Imagen de la Virgen se traslada al recinto del parque y allí en unos paneles preparados para la ocasión, se colocan los ramos de flores que los vecinos de Orusco van depositando a los pies de las andas de la Virgen, a modo de ofrenda.
Posteriormente, el tapiz realizado con los ramos y los centros depositados son trasladados al Altar de la Iglesia donde permanecen mientras mantienen su frescura. En esta ocasión también ofrecen su arte los grupos de baile, que actúan en honor de la Virgen mientras se realiza la ofrenda.
PROCESIÓN POR LOS BARRIOS
En la última semana del mes de mayo, todas las tardes-noches, tiene lugar la procesión de los barrios, cada día en uno distinto. Los vecinos de cada barriada colocan una mesa vestida y adornada para la ocasión, cuando llega la Virgen, se la reza una oración.
FIESTA DE LOS HERMANOS
Las celebraciones a la Virgen durante el mes de Mayo tiene su punto final en la Fiesta de los Hermanos, que tiene lugar el último fin de semana del mes. Comienza el sábado con el canto de la Salve a la Virgen en la Iglesia. A continuación, en el Centro Cultural y siempre acompañados por la Banda Municipal de Música se ofrece a todo el pueblo unas pastas con limonada.
El domingo la Banda de Música recorre las calles tocando diana y al medio día se celebra la Eucaristía, ambientada musicalmente por el Coro de la Parroquia, y la banda de Música. A continuación de la Eucaristía, la Banda de Música da un concierto en el Centro Cultural. Ya por la tarde, se celebra la procesión en la que la Virgen recorre en su carroza las calles del pueblo. A su término y después de cantar el himno a la Patrona se realiza el tradicional cambio de los Cetros, en el que los Hermanos que los han llevado durante todo el año lo ceden a otros para que lo hagan durante el siguiente. A continuación los hermanos que han cogido el Cetro, ofrecen el tradicional refresco, que hoy es un aperitivo-merienda, acompañado con vino, cerveza y refrescos al gusto de los asistentes.
LA ROMERÍA
Ya en verano, tiene lugar la Romería, que se realiza el último sábado del mes de Agosto, al inicio de la Fiesta Mayor. Ese día, a las siete de la mañana, las campanas de la Iglesia tocan avisando al pueblo que la Virgen va a partir hacia su Ermita, situada en el paraje denominado Bellaescusa, que dista unos dos kilómetros del pueblo.
Cuando la comitiva, pasa por el Cementerio, se hace un alto, y se reza una oración por todos los difuntos.
Los vecinos transportan a la Virgen en sus andas hasta la Ermita y allí el Sr. Cura Párroco oficia una Misa en su Honor. Después, al mediodía, tras haber desayunado y almorzado en grupo, los Orusqueños vuelven a llevar a la Imagen de vuelta a la Iglesia. Algunos, incluso, pasan allí toda la jornada disfrutando de las bellas vistas y de la tranquilidad del lugar.
FIESTAS PATRONALES
En el mes de septiembre, llega por fin la Fiesta Mayor. El segundo fin de semana del mes se celebran las Fiestas Patronales de Orusco en honor de Ntra. Sra. la Virgen de Bellaescusa, Patrona del pueblo. Tradicionalmente, la fiesta se celebraba el día 12 de Septiembre, pero con el cambio del milenio y queriendo adaptar la fiesta a los nuevos tiempos, el Ayuntamiento cambio la fecha de celebración.
Este alto en el camino, próximo a terminar el periodo estival de verano, se produce unos días grandes, pues se trata de la Fiesta más importante que celebramos en nuestro pueblo. Son días intensos, donde la juerga, la diversión, el olvido de lo cotidiano, hacen que estos días sean enormemente disfrutados por los Orusqueños, vecinos y visitantes que nos acompañan en estas fechas.
COMO SON ESTOS DÍAS:
Las celebraciones comienzan con el novenario a la Virgen, que finaliza el viernes de la semana de Fiestas. Posteriormente, se canta la Salve en la Iglesia y los vecinos asisten a medianoche al espectáculo de los fuegos artificiales. El sábado, a primeras horas de la mañana, la Banda municipal de Orusco recorre sus calles tocando la diana y recordando a los vecinos que son jornadas de fiesta.
Entre las doce y trece horas, se celebra la Misa Mayor en Honor de Nuestra Patrona, con el acompañamiento musical del Coro de la Parroquia. Por la tarde, la Virgen recorre en su carroza las calles del pueblo en una respetuosa y multitudinaria procesión, acompañada por la Banda Municipal de Música.
Al llegar a la Plaza de la Constitución, se desarrolla una bonita tradición en la que los niños y niñas más pequeños dan unas vueltas a la plaza acompañando a la Virgen en su carroza.
De vuelta a la Iglesia, en el atrio se realiza la tradicional subasta de objetos de la Patrona, y de las flores y otros acompañamientos que ha lucido en su carroza. Así como de los palos y los cordones de la misma. Los actos religiosos están complementados en estos días con otras actividades organizadas por el Ayuntamiento, como concursos, competiciones y diversos juegos educativos, culturales y deportivos. También, se celebran verbenas populares con bailes amenizados por orquestas en el recinto del parque, donde la gente baila y se divierten hasta altas horas de la madrugada. Los tradicionales festejos taurinos, y la traca ponen el domingo el punto final a las fiestas, a la espera del siguiente año.
En todos estos actos religiosos, queda demostrada la motivación y devoción que la gente del pueblo tiene a la Virgen, pues la concurrencia a los mismos en masiva y respetuosa con todos y cada uno de ellos.
(Tomado del libro HISTORIA DE NTRA. SRA. DE BELLAESCUSA
editado por la Hermandad de Ntra. Sra. de Bellescusa , Orusco 5/2002)
editado por la Hermandad de Ntra. Sra. de Bellescusa , Orusco 5/2002)